Esto no es un podcast de Psicología.
Es un espacio para la reflexión y el mimo, es un momento de autocuidado, un encuentro con uno mismo, es mindfulness, es un...
Siempre hablamos sobre ser auténticos, sobre la necesidad de serlo, y sobre ser fieles a uno mismo. Pero, ¿te has dado cuenta que nunca nos preguntamos a qué parte de nosotros debemos serle fieles? Porque no somos una sola cosa. Somos impulsos contradictorios, instintos desordenados y emociones que muchas veces están tan en guerra entre sí que resulta casi un milagro que no nos derrumbemos por completo.
Dentro de nosotros, una voz interna va construyendo la narrativa de quienes somos y también nos va tratando de guiar por el camino que debemos, en teoría, recorrer. Pero esa voz, en muchas ocasiones, nos juega auténticas malas pasadas. Nos hace tomar malas decisiones mientras buscamos un alivio inmediato del malestar.
¿Realmente es posible dejar de escuchar a esa voz autocrítica, manipuladora y que vive en una tensión constante por seguir sobreviviendo? ¿Sirve para algo atenderla? ¿Somos capaces de cambiarla? ¿Podemos dejar de hacerle caso?
--------
9:42
3x14 | ¿La personalidad cambia?
La personalidad es, probablemente, una de las áreas de la psicología que más nos intriga y genera curiosidad tanto a las personas en general como a los propios psicólogos. Nos hemos acostumbrado a pensar en ella como algo inamovible, una esencia que forma parte de nuestra identidad y que llevamos con nosotros desde que nacemos hasta que morimos, que nos define durante toda nuestra vida y de la que no parece que nos podamos desprender. Es nuestra brújula interna, la que nos dice cómo somos y cómo debemos comportarnos.
Pero, ¿cuánto de rígida es esa brújula? ¿Cómo de arraigada está nuestra personalidad, impresa en nuestra naturaleza? ¿Podemos escapar de quienes somos? ¿Podemos transformar quienes somos?
--------
10:42
3x13 | El arrepentimiento en el 'caso Samuel'
El 3 de julio del año 2021, Samuel Luiz, un joven de 24 años, fue brutalmente asesinado a golpes en A Coruña, España, al grito de “maricón”. El asesinato homófobo y gratuito de Samuel no solo se llevó por delante la vida de una persona, sino que destapó también la intolerancia y la violencia a la que todavía hoy nos exponemos las personas LGTBI.
Aquella noche, Samuel y una amiga se encontraban cerca de una discoteca, mientras charlaban con alguien en una videollamada. Un malentendido llevó a un grupo de personas a creer que estaban siendo grabadas sin su consentimiento y este desencuentro desencadenó una agresión que se prolongó durante 3 minutos y a lo largo de 150 metros, que terminó con la muerte de Samuel. De los golpes y de los insultos homófobos fueron testigos decenas de personas que no hicieron nada para evitar el asesinato.
Tres años después, en noviembre de 2024, se llevó a cabo el juicio contra los cinco acusados. El jurado popular declaró culpables a cuatro de ellos: Diego Montaña, Alejandro Freire, Kaio Amaral Silva y Alejandro Míguez. Pasarán alrededor de 20 años en prisión por matar a Samuel de una paliza.
El arrepentimiento es un concepto extraño, y tiene un poder extraño, porque sostiene la idea de que el daño puede ser, si no revertido, al menos suavizado por una expresión de pesar. En el caso del asesinato de Samuel, un crimen colectivo que mezcla la brutalidad humana más primaria con un juicio público implacable, el arrepentimiento ha sido un pilar fundamental en las declaraciones de los acusados. Varios de ellos verbalizaron abiertamente su arrepentimiento y, entre lágrimas, pidieron perdón a la familia de Samuel, tratando de convencer al jurado de que lamentaban profundamente lo ocurrido. Pero ¿qué es realmente el arrepentimiento? ¿Es un fenómeno psicológico auténtico? ¿Hacia quién se dirige el alivio, al perpetrador o las víctimas? ¿Es solo una herramienta social para reconciliar lo irreconciliable? ¿Fueron honestos, sinceros, los lamentos de los asesinos de Samuel? ¿Cómo podemos evaluar la honestidad de su arrepentimiento?
--------
14:35
3x12 | Por qué hay mujeres que no abandonan a su maltratador
Cada vez sabemos más y mejor sobre cómo funcionan las dinámicas de violencia en las relaciones y sobre la manera en la que toman forma, cada vez hay una concienciación mayor y también un conocimiento colectivo más grande sobre qué actitudes o conductas pueden ser consideradas maltrato, abuso o violencia. Sin embargo, todavía genera una enorme frustración pensar que, a pesar de todo, muchas mujeres no se sienten capaces de abandonar estas relaciones, no cuentan con los recursos para atreverse a romper e incluso denunciar a sus agresores.
¿Por qué no lo hacen? ¿Qué razones explican que algunas mujeres no se vean capaces de dejar a una persona que les causa tantísimo dolor? Las respuestas que el sistema suele proponer a estas preguntas son variadas: miedo, dependencia económica, amor mal entendido, aislamiento…. Y aunque contienen algo de verdad, también son fragmentarias, también son superficiales, a veces, incluso, insultantes. El fenómeno de la violencia machista no puede explicarse desde la simple lógica de las decisiones individuales, porque esta lógica se desmorona cuando ponemos en frente las razones psicológicas, culturales y sociales que mantienen la opresión de las mujeres.
--------
7:40
3x11 | ¿Eres adicto al trabajo?
El trabajo… se ha convertido en una trampa. Y es una trampa peligrosa porque es invisible, porque la entrega indefinida y eterna que muchas veces ponemos en juego no se presenta con los síntomas de las adicciones clásicas, no viene acompañada de la degradación física evidente ni del deterioro inmediato de las relaciones personales. Al contrario, muchas veces es aplaudida, reconocida, y hasta venerada. En un sistema que glorifica la productividad y el sacrificio, trabajar hasta el agotamiento no solo se permite, sino que se premia. Se ha convertido en el centro alrededor del cual gira nuestro tiempo, nuestros pensamientos y principales preocupaciones, e incluso nuestros deseos.
Pero, si tanto tiempo nos roba, si altera nuestra salud, si nos separa de nuestros seres queridos… ¿Por qué somos adictos al trabajo? ¿Por qué enriquecer con nuestra mano de obra, a industrias, empresas y entidades se ha convertido en una forma de anestesia emocional? ¿Qué implicaciones tiene esto para nuestra identidad? ¿Cómo sé si soy adicto al trabajo?
Esto no es un podcast de Psicología.
Es un espacio para la reflexión y el mimo, es un momento de autocuidado, un encuentro con uno mismo, es mindfulness, es una experiencia sonora. Es una terapia sin diván.
En la era del consumo de usar y tirar, apenas queda hueco para la reflexión profunda de cuestiones importantes. Los algoritmos trabajan para asfixiar al usuario con estímulos invasivos y fugaces. Por eso, ‘No tengo diván’ es un rinconcito de diez minutos para parar y respirar. Aquí no hablamos de neurotransmisores ni de trastornos, hablamos de ti y de lo que te preocupa.
@danyblazquez